Cuando
hablamos de desarrollo, el primer supuesto que adviene es la concentración de
capital donde se incluyen
de inmediato agentes o actores y
una construcción subjetiva de necesidades desde un punto de partida global hacia
una masa menor como la local, sin
desmeritar la correlación de fuerzas entre clases de dominación y Estado
tendientes en ella a costa de la riqueza
del país, que no esta tan alejado del contexto.
El
punto de partida hacia una mirada del tejido de América Latina y el Caribe nos
interioriza en un gran aparte, cada uno de los aspectos que en el acceso a
bienes y servicios equivalentes a oportunidades de nuestra vida comenzando en
el hogar y los entornos inmediatos existen desde la lucha por combatir la
pobreza y la transmisión de la desigualdad por la baja movilidad social y la
constante crisis económica en la expansión de cobertura referida a servicios
sociales básicos o lo que suele denominarse gasto social; y es que el simple hecho de detenerse a comprender lo que la comunidad percibe de
problemáticas tan reales donde las libertades y opciones de vida disponibles
son precarias frente a los lineamientos socioeconómicos y también a la
generación de políticas públicas y
debilidad institucional con un auge de corrupción en la agenda política, es un
camino por incorporarse al imaginario de los sujetos, es partir de discusiones
locales a realidades concretas.
No
es lógico concebir que el dinero este centrado en la generación y control del
equilibrio volviendo una máxima personificación al ser humano y su medio
natural como victimas del desarrollo, mediante la restricción y estratificación de opciones
básicas objetivas y subjetivas más cercanas sobretodo de sectores poblacionales bajos, cuando
debería entrar a consolidar sus capacidades entre las que puede elegir ser o
hacer en la incidencia de los problemas de presión-dominación, si la
diferenciación entre genero y origen no debe instaurarse en la seguridad social
en lo que concierne a salud, educación y mercado laboral.
Por
otra parte, los indicadores de desarrollo humano deben delimitar ese actuar con
la ruptura de la transmisión de un círculo o trampa intergeneracional mediante el autodominio como sujetos activos,
de mano con la calidad y eficacia de la representación política del Estado e
instrumentos como debates Nacionales y Regionales sobre sus regularidades en la inversión temprana y
capital humano de la oferta de servicios a fin de ser sociedades conectadas en
el logro del bienestar de mecanismos
efectivos de equidad y enfatizando en el ex ante(otorga mayor
importancia a condiciones iníciales y oportunidades iguales para todos a la par
y en el mismo punto) y el ex post(
prioriza resultados y logros iguales
para todos) como planes de vida alternativos
en un proceso de expansión real y libertad efectiva, apoyado en un análisis
como el que plantea Amartya Sen del enfoque triple A ( Alcance, Amplitud y Apropiación)
para evaluar el impacto de las políticas públicas con la gama de circunstancias
y restricciones de personas, hogares y
comunidad para las que son diseñadas.
Finalmente, es el desarrollo como
crecimiento económico lo que parece aumentar la alienación en los grupos
humanos poniendo en contracara impactos
de gobiernos abiertos cuyo objeto es generar a través de un poder
“democrático”, un poder mercantil amenazado por la pérdida de la identidad
nacional, homogenización y sobrevaloración de lo material sobre lo moral a la par con el agotamiento y explotación de medios
naturales por el efecto de Transnacionales, frenando la supervivencia y
desenvolviendo por ello una tasa de mayores incidencias desde sectores barriales a un conglomerado
global.
Jhomali Heilyn
Prieto Jiménez
Promoción Social Grupo A
Semestre III Diurno
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